¿Cómo se trabaja en una constelación familiar?

Una constelación familiar es esencialmente visual y espacial. Se trabaja con imágenes que se posicionan en un espacio físico.

Es una herramienta terapéutica, que ha querido recuperar al cuerpo para la experiencia humana. Nuestros cuerpos “saben” cuándo se sienten mal o bien, y las sensaciones aportan información y son un camino de acceso a todo conocimiento.

Las constelaciones pertenecen al mundo de lo simbólico y de lo fenomenológico.

La fenomenológica lleva el concepto de realidad hacia un todo mayor que no podemos crear sino descubrir. Las constelaciones se basan en fenómenos perceptivos. A través de la percepción, que nos llega por diferentes canales sensitivos, tenemos mucha más información de aquella a la que habitualmente nos permitimos acceder. Dado que en una constelación, los representantes, no tienen por qué saber qué ocurre en un sistema u organización concreta, pueden simplemente sentir y expresar aquello que han percibido sensorialmente. Mediante las constelaciones, accedemos a información que ya sabemos, pero que no sabemos que sabemos.

El objetivo de un trabajo con constelaciones es la reconciliación. Unir aquello que se encuentra separado. Incluir lo que se encuentra excluido u olvidado. Mirar lo que no estamos pudiendo ver. Donde no hay ni buenos ni malos, solo seres unidos por profundos lazos de amor.

AGENDA DE ACTIVIDADES

Cuando trabajamos con Constelaciones Familiares, lo podemos realizar en forma grupal o individual.

La Constelación tiene cuatro actores: El Consultante, con un tema a resolver; Los Representantes, que son los elementos que tendrán el rol de los integrantes de ese mapa familiar del Consultante que se configura; los Participantes que sostienen el trabajo y El Facilitador o Constelador, que guía el proceso y acompaña al Consultante.

En los talleres grupales son las personas que asisten, las que nos ayudan a mirar la problemática que trae el consultante. Al configurar el sistema, los representantes van sintiendo emociones o sentimientos, percepciones proyectivas del campo que nos guían hacia la solución.

En un taller grupal, trabajan todos. El Consultante presenta el tema que lo ocupa o que desea solucionar y la Constelación se centra en las dinámicas ocultas de su sistema familiar. Los Representantes, que se ponen al servicio del sistema familiar del Consultante a través del rol que les fue asignado. Los Participantes, mediante su observación y actitud pasiva, sostienen el proceso, también al servicio de la constelación.

Al constelar en forma individual podemos utilizar papeles, anclajes, plantillas, muñequitos de madera (vincores), almohadones, sillas y cualquier otro  elemento, que harán las veces de representantes. El resultado es exactamente igual al trabajo en grupo. La Consulta Individual tiene muchas ventajas: si el Consultante no desea compartir con un grupo un tema que para él es  muy intimo o lo hace sentir con vergüenza; cuando no conoce de qué se tratan las constelaciones, si el Consultante es muy tímido y le cuesta hablar en publico, etc.

Cada Constelador puede tener su forma particular de organizar y coordinar un trabajo de constelaciones familiares. Aunque básicamente los pasos, serían los siguientes:

  • Entrevista: en este primer paso, el Facilitador conecta con su Consultante desde la empatía, sin juicios, con la mirada sistémica hacia el Todo. Contemplando a su Consultante junto a su sistema familiar, desde su Centro Vacío. En el Asentimiento.
    El Consultante presenta su tema, compartiendo lo que para él representa y lo que quiere lograr que cambie en su vida.

  • Configurar: se posicionan los representantes en el espacio. Puede ubicarlos el mismo Consultante o dejar que sean los mismos representantes se ubiquen de acuerdo a lo que sienten. Los representantes pueden moverse hasta encontrar su lugar, percibir lo que van sintiendo y compartir.

  • Desarrollo: a partir de este momento, el Constelador acompaña al Consultante en el desarrollo de la constelación, tomando lo que expresan los representantes. Luego se ponen en palabras frases sanadoras o se sugieren movimientos para ir buscando la imagen de solución.

  • Imagen de solución: esto se da cuando vemos que el sistema familiar esta ordenado, que el Consultante ocupa su lugar, cuando se restaura la pertenencia y se respetan los destinos de todos. No significa buscar la foto del final feliz, simplemente sentir que todo esta en armonía.

En muchos casos esta imagen de solución no se consigue, ya sea,  porque la energía se agota o simplemente porque el Consultante no está en sintonía para dar los pasos necesarios.

¿Cómo llega la información a los representantes, cómo es que perciben emociones o sensaciones que pertenecen a alguien que no han conocido?

Existen muchas explicaciones respecto a cómo “nos llega” una información determinada cuando estamos en una posición o lugar dentro de una constelación (frío, calor, pesadez, incomodidad, inestabilidad, fuerza, etc.).

En Física Cuántica, se le llama “Campo Punto Cero”, a ese espacio entre las personas que esta lleno de información a nivel sub-atómico.

Las Neurociencias, refieren a que esa información que pasa de inconsciente a inconsciente, es posible gracias a las llamadas “Neuronas Espejo” y a la función del Hipocampo que crea mapas sociales.

En Biología, Rupert Sheldrake ha expuesto su teoría de los Campos Mórficos como esos campos teóricos que no podemos conocer pero si experimentar las consecuencias, que conllevan información que se comparte entre las especies, de generaciones en generaciones.

Cuando estamos en una constelación y nos emocionamos, estamos “resonando”, “vibrando” con esa historia, con su dinámica. Y todos somos capaces de vibrar o resonar con los hechos históricos, por el simple hecho de ser un ser vivo, un ser humano. Y con esto trabajamos.

Desde cualquiera de estas teorías o investigaciones, el “fenómeno” de la percepción e información que se da en una constelación es real y nuestra misión es trabajar con esa información que nos provee el campo a través de las sensaciones de los representantes. Bert Hellinger llamo a ese estado en el que debe permanecer el Facilitador para acceder a esa información que llevará o guiara al consultante a la solución, “Centro Vacío”.

¿Qué podemos constelar?

  • Traumas de la infancia.

  • Muertes tempranas de padres, abandonos, rechazos.

  • Dificultades en las relaciones o vínculos familiares (hijos, padres, hermanos).

  • Conflictos en la pareja actual o relaciones anteriores no resueltas.

  • Depresión, pérdidas, duelos o ciclos no cerrados.

  • Problemas de fertilidad, abusos, abortos, adopciones.

  • Enfermedades.

  • Destinos difíciles, muertes prematuras, muertes violentas, ideación suicida, suicidio.

  • Autosabotaje relacionado con el desarrollo y éxito profesional, económico y personal.

  • Orientación en momentos vitales de cambio.

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